viernes, 13 de abril de 2012

Friday, I'm in Love

Me gusta mucho la música, pero hasta para eso soy ecléctico y no me gusta toda la música. Es más, de una vez vamos dejando en claro que hay ruidos que ni siquiera considero que sean música.

Lo anterior viene a colación porque últimamente me había dado por escuchar música en la radio durante mis trayectos de casa al trabajo y viceversa, al igual que en mi oficina. Lo hice para conocer música nueva, confiando en que el gusto de algún locutor de radio sería parecido al mío y programaría algo que fuera de mi agrado. Sin embargo, esto se volvió cada día más difícil, pues para empezar, las estaciones de FM de Morelia son muy pocas, y menos aún las que tienen buena música. Y no hay nada peor que estar escuchando a U2, The Police o The Cure, y que después te tengas que aventar una tanda de dizque canciones de Gloria Trevi, Michel Teló, Maná, Espinoza Paz o Pitbull (que ya me tiene harto porque sale hasta en la sopa). Sí, hubo estaciones que hicieron el intento y programaron otra cosa que no fuera reggaeton, banda o pasito duranguense (¿sí notaron que no les llamé música, verdad?). Pero eventualmente, supongo que por causas comerciales, terminaron sucumbiendo y programando lo que el público (o sea, el pueblo) pedía.

Y así tienen que me descubrí de nuevo escuchando noticieros. Pero con eso de que ahora también hay que escuchar una y otra vez los mensajes, deprimentes por cierto, de los candidatos a algún hueso en el gobierno, terminé por regresar a escuchar mi música de siempre; almacenada en mi iPod touch que me ha resultado más fiel que Sancho Panza a Don Quijote.


Pensé que todo estaba perdido, y que me tendría que resignar a escuchar sólo la música que ya conozco ad æternum. Pero por azares del destino, así como algo de esa curiosidad que nunca me deja en paz, jugando con las funciones de mi receptor de A/V (un Onkyo TX-NR509) descubrí que entre los servicios de radio por Internet que proporciona existía uno que no había probado antes, llamado AUPEO! Personal Radio. Decidí ver que tal funcionaba, ¡y vaya sorpresa la que me llevé! Para empezar, el servicio es legal, gratuito y sí funciona en México, a diferencia de Rhapsody y Spotify. También cuenta con "estaciones", que son listas de reproducción con géneros muy específicos, como Pop, Rock, Classical, R&B, Jazz, etc. y que además permite seleccionar la música por décadas. Pero lo que más me gustó es la opción de marcar la música que te gusta, así como la música que no te gusta. El resultado de este "entrenamiento" es que AUPEO! aprende la música que nos gusta y después de un rato empieza a reproducir únicamente música de tus artistas favoritos, pero además programa música nueva que quizás pueda gustarte. Así, por ejemplo he podido disfrutar de música de Dido, JoJo, Depeche Mode, The Cure y muchos otros grupos que ya no se escuchan en la radio local y he conocido otros, como Gotye que me han gustado. Y si marcas una canción como "no me gusta", nunca la vuelves a escuchar y conforme pasa el tiempo escucharás menos canciones similares, así como a los artistas que las cantan. ¡Finalmente tengo una estación de radio personalizada a mi gusto!


 

AUPEO! Personal Radio está disponible para cualquier computadora conectada a la red y que tenga un navegador Web, y también ofrece aplicaciones para dispositivos con iOS, Android y teléfonos Nokia con Symbian. Adicionalmente se encuentra disponible en receptores de A/V de las marcas Onkyo, Phillips y Pioneer, entre otras. Aunque el servicio básico es gratuito, también cuenta con servicio de pago Premium, en el que no se tienen que escuchar comerciales ni se tienen banners en la página, se ofrece mayor calidad de reproducción y se tiene un número ilimitado de saltos de canciones, con un precio de €4.95 mensuales o €49.95 anuales.

Si ya están cansados de tener que escuchar siempre lo mismo, no duden en probar AUPEO! Personal Radio. Lo recomiendo ampliamente.

miércoles, 11 de abril de 2012

¿Y luego, por qué no voy al cine?

Ya he comentado con anterioridad que prefiero ver las películas en mi casa antes que irme a meter al cine. Dicen los que saben, que quién sabe quiénes son y qué saben, pero según hay que hacerles caso, que el cine se ve mejor en el cine. Y estoy de acuerdo con este dicho, pero al mismo tiempo lo niego (sí, así soy de voluble).

Me explico: Sí, el cine se ve y se escucha mejor en el cine. Pero, desafortunadamente, al cine no sólo voy yo y hay que compartirlo con otras personas que también van al cine, aunque no precisamente a disfrutar de una película. Tengo tan mala suerte que siempre me toca sentarme cerca de alguien que platica toda la película, o que se la pasa contestando el celular, o peor aún, que patea o sube los pies a los asientos. En fin, que para ir al cine no hay examen de admisión y dejan entrar a cualquier patán que pueda pagar su boleto.

Y entonces, con todo lo anterior, tengo que decir que en mi experiencia resulta que el cine ni se ve ni se escucha mejor en el cine. Así de simple.

Habiendo justificado porque prefiero ver películas en mi casa, y dado que soy un tecnópata declarado, ahora tengo que asegurarme de que en realidad, el cine se vea y se escuche mejor en mi casa. Y lograr esto no es sencillo ni automático. Más allá del aspecto económico, se requiere de tiempo y paciencia. Pero como el tiempo se me ha terminado, ya será en otra entrada cuando platique cómo obtener la mejor imagen y sonido en nuestras casas, y sobre todo, sin gastar mucho dinero.

Bienvenidos

Sí, sean todos bienvenidos a la primera entrada de Crónicas Tecnópatas.

Pero antes de todo, ¿qué es Crónicas Tecnópatas.? Sencillamente, es el título de mi blog, que nace de una necesidad de expresar mis pensamientos, opiniones y análisis con respecto a temas de tecnología, de gadgets, de videojuegos, de audio y de video. Aunque con frecuencia escribo sobre estos temas en otros lugares, como Facebook, Twitter y algunos foros, el hecho de contar con un espacio propio, donde mis entradas no se pierdan entre el flujo de la información escrita por otros usuarios ha sido el detonante para que me decida, después de muchos años de pensarlo, a abrir este blog.

Finalmente, sólo me queda emitir la siguiente anotación: Dado que las ideas y comentarios que expresaré aquí son responsabilidad mía y representan mis opiniones, no espero que sean compartidas por todos los que las lean, pero estarán abiertas a discusión y todas las opiniones al respecto serán agradecidas.

Así que, de nuevo, bienvenidos a Crónicas Tecnópatas. Pásenle a lo barrido...